martes, 31 de marzo de 2009

En el séptimo cielo - Andreas Dresen (2008)

El título original en alemán es "Wolke 9". Y "wolke" significa (diccionario online) nube; así que estar en la novena nube debe de ser la expresión equivalente. Es una película sencilla. Con pocos diálogos, y eso está bien. Las imágenes hablan. Sorprende ver a dos ancianos acariciándose. ¿Estaremos viendo nuestro futuro?. A mí que soy torpe emocional (antes era tonto pero me he subido de categoría) siempre me sorprende la narración de un enamoramiento, y el amor "sucede". Parece que es física y química y no filosofía, o no principalmente. La primavera puede llegar en cualquier momento, con su luz, sus flores y su polen (mi solidaridad a los alérgicos). Una pareja de setentones se pueden comportar como unos adolescentes. Bañarse en un lago, bailar, sonreir con el corazón. ¡Qué bien que la hija apoya incondicionalmente a su madre!. La rutina produce aburrimiento. Las canciones populares alemanas suelen ser pachangueras. Los trenes pasan y pasan cada día. ¿Hay varias clases de amor?. Son cosas que esta historia me ha hecho pensar. Y el porqué de las tragedias.

1 comentario:

  1. Una película extraordinaria. Cuanta diferencia con las producciones de hollywood, sin tanta producción, con el mejor tono coloquial; así como somos, con toda la frescura, donde ninguna imagen puede ser censurada aún en silencio.
    Cuando te acomodas a la lentitud, donde no es necesario tanto diálogo, el director y guionista te permiten en tu interior abrir tu propio final. Podría decir que se acerca a la novela moderna. Si tomamos los personajes separados no podríamos emitir juicio de valor alguno, porque seguro afloran nuestras creencias, y la falta de objetividad.
    Es muy posible que muchos se vean reflejados en esta película, y, lo mejor, por lo menos en mi criterio es haber elegido a una mujer como “la infiel”, mostrando que todos podemos pasar por esta situación.
    Me gustó el paso del tren, y tomar la decisión de enfrentar la situación más allá del diálogo de su hija. El giro poético, de decir “Siento mariposas en mi estómago”.
    Hugo Arias Arg. Mar del Plata

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