jueves, 12 de marzo de 2009

Gran Torino - Clint Eastwood (2008)

Los coches de los años setenta eran feos. Igual que la moda (al menos la pata de elefante). El "Gran Torino" también. "Vintage car" dicen al referirse a él en la película. La pregunta es si es creíble que un veterano de Corea de 78 años puede derribar y apalizar (perdón por el modismo) a un pandillero de veinte (posiblemente armado). Duele ver moverse a Clint Eastwood lentamente, trabajosamente. Por lo demás la película arranca de una situación bien realista: Un norteamericano de raza blanca, anciano y enfermo, que se acaba de quedar viudo, que no se entiende con sus hijos y nietos y que vive en un vecindario invadido por inmigrantes asiáticos (no he logrado enterarme de si son coreanos o chinos). A partir de ahí una historia entretenida con sus dosis de humor y sus claroscuros. Ya en "Cartas desde Iwo-Jima" Eastwood se ponía en el lugar del otro. Aquí el único estereotipo es el de los gangs de delincuentes juveniles. Aparecen hasta tres: Uno de mexicanos, otro de negros y el de coreanos (o chinos, no sé). Aparentemente no tienen ninguna posiblidad de reinserción social. Una observación sobre voces y doblaje: La voz real de Clint Eastwood es ronca y apagada, acorde con su estado físico general (incluido un gruñido tipo perro Pulgoso en los momentos de enfado), mientras que en castellano es la voz sonora e impresionante habitual que en mi opinión desvirtúa el personaje. Recomiendo la película, claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario