jueves, 20 de mayo de 2010
Un hombre vulgar - Miquel de Palol
¿Por qué vulgar?. Quizás porque todos somos vulgares, incluídos los expertos en restauraciones de órganos. Y ya no sé si el órgano era barroco o qué. Eso sí, era un órgano enorme, con muchos tubos y estatuas y pinturas. No he prestado mucha atención a las que me han parecido unas confusas historias de príncipes, sectas y vampiros (?). Me ha gustado la (sencilla) historia del restaurador que llega a la ciudad y realiza su trabajo, con algunas incidencias, eso sí. No he entendido muchas de las frases de Palol (había escrito Palop, el portero del Sevilla). Y me he perdido en sus alusiones a las numerosas disciplinas en las que se mueve: Mitología, filosofía, música, religión... Y un último reproche: Aparecen a lo largo del texto varias frases en latín que no tiene la amabilidad de traducir a pie de página. Hubiese sido un detalle.
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