sábado, 10 de octubre de 2009
Ágora - Alejandro Amenábar (2009)
Me complace comentar un estreno, para variar. Si he de opinar basándome en la afluencia de público a la sesión a la que acudí, puedo asegurar que nunca se recuperará la inversión millonaria que han hecho en esta película. Aunque no deja de estar enfocada al gran público, con sus escenas de masas y destrucción (relativas), que en todo caso no llegan a la suela de los zapatos de las del trailer de "2012", película en la que uno puede asistir al fin del mundo, o casi. Pero la gracia de este film (por no poner otra vez "película") está en la historia más bien intelectual de Hipatia y la Alejandría en torno al año 400. Y resulta que básicamente la historia es real y sucedió tal cual, con la salvedad de que sospecho que los protagonistas reales eran mucho más feos. Las tres claves (las tres notas que toca Amenábar) son el ansia de saber, de comprender el universo, la intolerancia, a rachas, de las religiones y la situación histórica de inferioridad de las mujeres. De fondo la convicción de que somos muy pequeños bajo la inmensidad de las estrellas. Perdón, en medio de tal inmensidad, no vaya alguien a creer que la Tierra es plana.
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