martes, 31 de marzo de 2009

En el séptimo cielo - Andreas Dresen (2008)

El título original en alemán es "Wolke 9". Y "wolke" significa (diccionario online) nube; así que estar en la novena nube debe de ser la expresión equivalente. Es una película sencilla. Con pocos diálogos, y eso está bien. Las imágenes hablan. Sorprende ver a dos ancianos acariciándose. ¿Estaremos viendo nuestro futuro?. A mí que soy torpe emocional (antes era tonto pero me he subido de categoría) siempre me sorprende la narración de un enamoramiento, y el amor "sucede". Parece que es física y química y no filosofía, o no principalmente. La primavera puede llegar en cualquier momento, con su luz, sus flores y su polen (mi solidaridad a los alérgicos). Una pareja de setentones se pueden comportar como unos adolescentes. Bañarse en un lago, bailar, sonreir con el corazón. ¡Qué bien que la hija apoya incondicionalmente a su madre!. La rutina produce aburrimiento. Las canciones populares alemanas suelen ser pachangueras. Los trenes pasan y pasan cada día. ¿Hay varias clases de amor?. Son cosas que esta historia me ha hecho pensar. Y el porqué de las tragedias.

sábado, 28 de marzo de 2009

53 días de invierno - Judith Colell (2007)

Ésta la he visto en la tele. No sé si el cine español está en crisis, ni si alguien fue a ver esta película a una sala, pero el caso es que estos últimos años se hacen muchas películas por aquí. Y películas buenas; a mí me gustan al menos. Ésta comienza cuando sus tres protagonistas presencian desde una parada de autobús como un desaprensivo abandona un perro. No vuelven a verse. La ventaja de las películas con varias historias es que en vez de contar una de 120 minutos siempre será más fácil contar tres de 40 (Luego algunos hábiles narradores entrelazan los hilos argumentales como en Babel). Aquí se limita a ir intercalando escenas. Y sí que resulta ser invierno, y cada vez más crudo. Me refiero a las emociones. Me ha recordado a un libro que leí hace tiempo. Eran unas reflexiones y memorias del poeta norteamericano Thomas Lynch. El título: "El enterrador", porque resulta que además de poeta Lynch lleva la funeraria que heredó de su padre. Comencé el libro animoso, pero a medida que iba avanzando y el autor desgranando anécdotas y enseñanzas sobre la vida y la muerte se me fue oscureciendo el ánimo y me di cuenta de que después de todo no debo de contemplar tan serenamente el futuro. Y en esta película pasa algo así. Afortunadamente al final llega la primavera...

jueves, 26 de marzo de 2009

Somers Town - Shane Meadows (2008)

La verdad es que esta película no te da tiempo ni de empezar a aburrirte, sólo dura 67 minutos. Casi toda en blanco y negro, con una bonita fotografía de suburbio desolado pero también de idílicos parques. Recuerda inevitablemente a Ken Loach trasladado de Escocia a Londres (o cerca de). Los protagonistas son dos adolescentes de futuro como poco dudoso. Uno de ellos encarnado por Thomas Turgoose, que transpira naturalidad ante la cámara. Se tocan temas como la inmigración, la pobreza, la soledad o la falta de amor pero también la esperanza, la amistad, la familia o el amor. Importante la música de Gavin Clark, que con sus canciones contribuye no poco a crear la atmósfera poética y melancólica que impregna toda la película.

martes, 24 de marzo de 2009

El lector - Stephen Daldry (2008)

Pongo el director con la intención de apuntar al responsable principal de la película. En algunos casos ese responsable no es el director (un mandado) sino el productor. Aquí los que pusieron en marcha el negocio fueron los hermanos Weinstein. Me ha llamado la atención (como casi siempre) la ambientación de los años cincuenta en Alemania, con tranvias y todo. Claro que yo no estuve allí, así que sólo supongo que pudo ser así. Me gusta también que la historia recorra casi la vida entera de los protagonistas (la perspectiva es mayor). Queda muy bien (sobre todo para los que leemos libros de vez en cuando) la idea del joven que lee textos literarios a su amante. No me encaja que leyera tanto (se nombra incluso "Guerra y paz"). He visto la película con la mitad del argumento ya destripado, cosa que nunca me gusta, y la verdad es que tampoco acabo de comprender que pueda existir alguien como la guardiana de las SS que por "cumplir con su obligación" deja morir a cientos de presas (con la conciencia tranquila, acataba la ley) y por otro lado se emocione con la belleza. Me ha sorprendido el lujo del piso en Nueva York de la superviviente del campo de concentración. Quizás querían recalcar el cambio de posición radical entre las dos mujeres. También es una historia de amor. Podría decirse que toca varios temas pero resulta efectista (if you know what I mean).

martes, 17 de marzo de 2009

Tu rostro mañana - Javier Marías

Probablemente todos tenemos, si bien dormida, la habilidad de leer el futuro en un rostro, como el protagonista de esta novela. Como Jacobo o Jaime o Yago o Santiago o Jack Deza (y me dejo alguno más, Tiago, Jacques, James). O no el futuro sino el posible comportamiento en hipotéticas circunstancias. He ido leyendo las tres partes a medida que han aparecido y por tanto recuerdo sólo nebulosamente las dos primeras y más nítidamente la última que acabé hace apenas tres días. El título es de Shakespeare, como otros suyos, concretamente de "Enrique IV" donde aparece la frase "to know thy face tomorrow". Este "thy" debe ser (es) la forma arcaica inglesa de "your". Javier Marías conoce sin duda el idioma inglés (por cierto tradujo de más joven el Tristram Shandy). Esta novela es como todas las suyas muy personal y consiste en largas conversaciones entre los pocos personajes y un poquito de acción. Una pega que le encuentro es que al final me parece que siempre habla el mismo, que no es otro que Javier Marías, claro.

jueves, 12 de marzo de 2009

Gran Torino - Clint Eastwood (2008)

Los coches de los años setenta eran feos. Igual que la moda (al menos la pata de elefante). El "Gran Torino" también. "Vintage car" dicen al referirse a él en la película. La pregunta es si es creíble que un veterano de Corea de 78 años puede derribar y apalizar (perdón por el modismo) a un pandillero de veinte (posiblemente armado). Duele ver moverse a Clint Eastwood lentamente, trabajosamente. Por lo demás la película arranca de una situación bien realista: Un norteamericano de raza blanca, anciano y enfermo, que se acaba de quedar viudo, que no se entiende con sus hijos y nietos y que vive en un vecindario invadido por inmigrantes asiáticos (no he logrado enterarme de si son coreanos o chinos). A partir de ahí una historia entretenida con sus dosis de humor y sus claroscuros. Ya en "Cartas desde Iwo-Jima" Eastwood se ponía en el lugar del otro. Aquí el único estereotipo es el de los gangs de delincuentes juveniles. Aparecen hasta tres: Uno de mexicanos, otro de negros y el de coreanos (o chinos, no sé). Aparentemente no tienen ninguna posiblidad de reinserción social. Una observación sobre voces y doblaje: La voz real de Clint Eastwood es ronca y apagada, acorde con su estado físico general (incluido un gruñido tipo perro Pulgoso en los momentos de enfado), mientras que en castellano es la voz sonora e impresionante habitual que en mi opinión desvirtúa el personaje. Recomiendo la película, claro.